Mientras los drones transforman la naturaleza del combate — de las trincheras de Ucrania al cielo europeo—, la UE acelera un ambicioso “muro antidrones” para proteger sus fronteras.“
El zumbido sobre el horizonte ya no es un mero rumor: es una advertencia de que la guerra terrestre está cambiando. Desde Ucrania hasta las fronteras de Europa, los drones han salido de los márgenes para convertirse en protagonistas de una pugna doctrinal, tecnológica y estratégica.
Aquel dispositivo pequeño y modesto que hostiga líneas de suministro puede transformarse en un ariete que desintegra formaciones completas —si se organiza bien. Europa, por su parte, no quiere esperar pasiva: apuesta por un «muro antidrones» en sus fronteras y un replanteamiento de defensa colectiva.
Este artículo explora esa confrontación creciente entre ruptura y contención, y sugiere cómo podría resolverse. En el conflicto ruso-ucraniano se está librando lo que podría considerarse un experimento a escala real de guerra no tripulada.
Los drones han demostrado eficacia en tareas de inteligencia, vigilancia, reconocimiento, guiado de artillería, ataques puntuales y saturación de defensas. Según estimaciones, en 2025 más del 70 % de las pérdidas en el frente provienen de ataques con drones….
Por José Antonio Monago Terraza
