En 1965, el cofundador de Intel, Gordon Moore, predijo que el número de transistores en un chip se duplicaría aproximadamente cada dos años, con un aumento mínimo en el costo1. Esta predicción se conoció como la Ley de Moore y se representa en la Figura 1. Cuantos más transistores o componentes haya en un dispositivo, el costo por dispositivo se reduce mientras que el rendimiento por dispositivo aumenta.
La tasa de digitalización del mundo aumentó en los últimos dos años, provocada por la pandemia de COVID-19, y esta transición mejorada fue habilitada por la industria de semiconductores y su innovación.
El CEO de Intel, Pat Gelsinger, ha compartido: “La tecnología nunca ha sido más importante para la humanidad de lo que es ahora. Todo se está volviendo digital, con cuatro superpoderes clave”. Los superpoderes (computación omnipesente, infraestructura de nube al edge, conectividad e inteligencia artificial) están preparadas para trascender y transformar el mundo. En este momento no vemos el fin de la demanda de computación, y más computación continúa empujando a la industria a una mayor innovación. Por ejemplo, el mundo crea casi 270.000 petabytes (es decir, 27 x1019) de datos cada día 2. Estamos proyectando que, para finales de esta década, en promedio, todos tendremos 1 petaflop (1015 operaciones de coma flotante por segundo) de cómputo y 1 petabyte de datos a menos de 1 milisegundo de distancia3. Esta demanda de más y más potencia de cómputo es el impulso para que la industria mantenga el ritmo de la Ley de Moore.
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