La OTAN está fortaleciendo la defensa aérea de Rumania a lo largo de las rutas de los drones de ataque rusos.
La estación de radar móvil LANZA LTR-25, que ha comenzado a funcionar en la región del Mar Negro, es capaz de detectar objetivos a una distancia de hasta 450 km, lo que, teniendo en cuenta la aparición de los aviones de combate ucranianos F-16, logrará simplificar el trabajo de las Fuerzas Armadas de Ucrania en sus ataques a Crimea y la región de Kherson, que son tan importantes para Rusia.
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